Países paria. Etiquetas (II)

No hay que confundir el etiquetado social con los estereotipos. Es bastante fácil entenderlo. Hay nombres propios que son en sí mismos un estereotipo. Estados Unidos, por ejemplo. En la mente de los ardorosos defensores del liberalismo, el país norteamericano es su tierra prometida. La propiedad privada, el sueño americano, el adalid de la democracia, el país de las libertades, … ya sabeis, no hace falta que siga en cualquier película taquillera producida con dólares americanos se puede comprobar. Pero en Estados Unidos también existe espacio para lo público, y en un sector como la banca. A esto se le llama romper estereotipos.

Una etiqueta social es harina de otro costal. El estereotipo es un prejuicio, puede ser bueno o malo, depende de la intención. Una etiqueta es siempre una invitación a convertirse en un indeseable y a recibir una condena difícil de extinguir. Por ejemplo, el FMI dice que España será uno de los rezagados en la recuperación económica. El déficit, el endeudamiento, … no son propios de un país ¿capitalista?. De momento, para el FMI España no es una amenza aunque debe emprender serias reformas, inmediatamente.

Pero Grecia se ha caído con todo el equipo, ha mentido a sus compañeros de la Unión por querer ser uno de ellos. El FMI, la Unión Europea y las entidades privadas de clasificación del riesgo de la deuda de los estados, todos se han apresurado a aplicar su etiqueta: el paria de la UE. Si quiere dejar de serlo debe entonar el mea culpa y comportarse como un país civilizado, liberal y flexible. Aunque ya veremos si hay un final feliz para la tragedia griega.

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