La bisagra catalana está haciendo los deberes. Hoy un diario ha publicado que los democratacristianos consideran necesario que se introduzca el copago en la sanidad pública. El mismo diario hace cuatro días admitió que el gobierno reflexiona sobre la conveniencia de poner en marcha la citada medida cuando por el mes de marzo los responsables en materia de Sanidad del ejecutivo reconocían que la solución no nos iba a sacar de pobres. Al parecer, tener que pagar unos euros por visitar al matasanos tendría efecto disuasorio contra los que usan el sistema sanitario sin necesidad alguna.
Pero cómo se puede convencer a alquien que se siente enfermo de que en realidad no lo está. O también, cómo alguien que se siente mal puede comprobar que no padece enfermedad alguna y no es necesario acudir al médico. O, cómo sustraernos a los consejos que nos invita a prevenir antes que curar. O, cómo evitar la sugestiva propaganda que fabrica hipocondriacos en serie.
Yo entiendo que el gestor de un hospital o centro médico dispone de unos datos que son más manejables que los que tiene el paciente. Unos tienen estadísticas relativas a la asistencia sanitaria en un periódo de tiempo determinado y otros dolores, reales o imaginarios pero sentidos.
Pero hay dos cosas demostradas: que los españoles tienen una esperanza de vida muy respetable, la tercera más alta del mundo; y que las personas con rentas más altas viven más años que las que menos recursos tienen.
Además, quién le ha dado permiso a los que gobiernan para modificar las condiciones en las que se prestan servicios esenciales como la sanidad o la educación.
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Volveremos a los tiempos de la cebolla partida en dos sobre la mesilla de noche para los ataques de tos y a las cataplasmas de mostaza caliente. Los ricos no; esos se dejarán los cuartos en productos de la «medicina» homeopática, que para eso presentan un aspecto bien trabajado, como de cosa que funciona.
Por fin seremos todos iguales: la cascaremos todos por falta de atención médica sufriendo por cosas tan tontas como un arañazo infectado.
Menos etiquetas y más actuar:
http://www.saludverde.org/blog/2010/04/04/proyecto-fresneda-una-epidemia-de-salud/
¿Será cierto que España es uno de los países que está a la cola en Europa en cuanto a gasto sanitario por habitante?: http://www.abc.es/hemeroteca/historico-24-04-2009/abc/Nacional/espa%C3%B1a-a-la-cola-del-gasto-sanitario-por-habitante-en-la-ue-15_92405241388.html
¿No será que en España está fallando la política fiscal en general y que se quiere corregir a base de hacer pagar a los usuarios de los servicios públicos?
¿El uso inadecuado de los recursos qué empieza por arriba o por abajo? ¿Qué tal si no se invierte sólo en farmacia, profesionales sanitarios y tecnología sanitaria, qué tal invertir en todo aquello que es agente de salud: polideportivos, programas de prevención, consumo responsable, salud natural, compra y cocina saludable, apoyo psicológico emocional, acompañamiento, educación para la salud, etc.?
¿Qué tal si se destinase dinero a investigar más en la ciencia médica desde los principios de la mecánica cuántica (física de Einstein) y su aplicación en la biología y la medicina? ¿Por qué si ha sido el gran descubrimiento del S.XX no se profundiza más?, ¿podría acabarse el negocio de las drogas hepatotóxicas (= los fármacos) que actúan a nivel macromolecular – niveles superiores de organización desde la física clásica (leyes newtonianas), y no actúan a nivel atómico-molecular?. Más de ciento veinte mil personas mueren cada año a causa de los efectos adversos de los medicamentos o enfermedades yatrogénicas.
Y pregunta para «Jaute»: ¿por qué los «ricos» se gastarían el dinero en la medicina (arte de prevenir, curar y diagnosticar) homeopática privada frente a la medicina alopática privada?, ¿en general es por diferenciarse, por moda? ¿son ignorantes por lo general, masoquistas, les gusta recurrir a aquello que no les ha funcionado y que no sirve para nada?, ¿si la medicina homeopática estuviese subvencionada dejarían de utilizarla? ¿Y por qué licenciados en medicina con formación científica (algunos con la máxima) deciden dedicar más años de sus vidas al estudio de la medicina homeopática?
V:
mi comentario se refiere a esos supuestos no enfermos o no suficientemente enfermos de los que se habla en la entrada que la medida del copago, supuestamente, filtrará. El supuesto enfermo que no llega a final de mes probará con una automedicación suave (suave porque una más fuerte no se la podrá pagar); el supuesto enfermo sin dificultades económicas, pienso, acudirá a las «medicinas» (entre comillas ya que no creo que arte de prevenir, curar y diagnosticar se de en todas estas prácticas; en muchas lo único que se da es el arte de cobrar) alternativas porque la tradicional no sale en la tele más que para recibir críticas; no hay famosillos de pacotilla ni celebridades de verdad, con peso que la defiendan ya que estos sólo promocionan las que les aportan unos ingresillos extras.
Sobre su ignorancia: por desgracia la ignorancia está muy extendida (que se lo pregunten si no a Miguel Bosé y a su dietista ayurvédica, que hablan de ciencia cuando en realidad deberían contar que si uno se dedica a hacer ejercicio y a no beber alcohol y deja, en la medida de lo posible, las drogas, adelgaza y todo). Los «pobres» son ignorantes en el mismo porcentaje que los ricos, me temo, sólo que no les alcanza el dinero ni para PowerBalance ni para vitaminas en gel.
En cuanto a tu pregunta sobre los médicos que estudian la medicina homeopática: sólo puedo ofrecer opiniones ya que no tengo ocasión de preguntarles: subvenciones, sueldos más altos, becas privadas para investigación (y no critico que algún científico venda su alma, todos tenemos que comer).